¿Cuál es mi bandera?

¿Cuál es mi bandera? ¿A quién debo yo lealtad si nadie es leal y justo cuando hace falta? Nunca he podido ver tal nivel de hipocresía en la boca de un solo hombre, aunque me empiezo a acostumbrar, pues parece tradición sagrada entre los hombres blancos. Habla de ser libres, pero yo ya no soy capaz de recordar que se siente al correr a través de las montañas, aquellas montañas donde descubrí el sentido de la palabra belleza, en cada animal, en cada árbol y en cada gota de agua. Habla de un futuro mejor pero, ¿cómo voy a pensar en el futuro si tan siquiera sé si mañana seguiré con vida?
Tal vez exagere y cada cicatriz grabada con dolor en mi cuerpo, solo son señales de que nunca he sido lo suficiente humano para merecer respeto.
-¡Nunca un pueblo tuvo suficiente valor para enfrentarse a la tiranía, y jamás el mundo olvidará como los Estados Unidos de América dieron la vida para defender su independencia! Hermanos Hopis, en nombre del General Washington, se os invita a participar a nuestro lado en la lucha contra los británicos. No seréis el único pueblo, pues aparte de otras tribus indígenas, se han unido numerosos soldados españoles, de los cuales yo formo parte.
-No importa de dónde seas mientras seas sincero y contestes a mis preguntas: ¿quién será libre si conseguimos la victoria?
-Todos los ciudadanos de la nueva nación libre.
-¿Nosotros formamos parte de ella?
-Eso dependerá de la democracia.
-No entiendo esa palabra.
-La democracia es la más necesaria de las instituciones que convierte a un pueblo en verdaderamente dueño de su vida, los ciudadanos pueden decidir que quieren para su país. Por ello decidí luchar, ¿lo comprendes todo ahora?
-Si no lo he entendido mal me pides que luche, que deje a muchos de mis hombres morir en algo tan incierto como es la guerra, ya que no podemos saber si saldremos victoriosos; y además, en el caso de vencer, no tenemos asegurado que se ponga fin a vuestra persecución, origen de todas nuestras desgracias. Creo que serás lo suficientemente inteligente para entender que me estas pidiendo algo absurdo, español.
Desde aquel día la suerte de mi pueblo no fue a mejor, pues el destino decidió que aquel hombre blanco y toda su gente, con el paso del tiempo, tomarían lo poco que quedaba bajo nuestro dominio, con el único pretexto de eso que llaman democracia. Ahora ya sabía cual sería mi bandera, el trozo de tela con el que se me colgaría sobre la rama de un roble de aquellas mis queridas montañas.


Relato para #Bajodosbanderas

Comentarios